CRISTINA 
AMSTERDAM

Le oí decir a una amiga ocasional que Lilith fue la primera mujer de Adán y que había sido hecha del mismo barro que él. Que tal vez por ese material en común del que estaban hechos que ella no entendía por qué Adán pretendía, mas bien le gustaba, mandarla y decidir hasta en cómo y cuándo podían amarse.

 

¡Cómo si tuvieran mucho más en que entretenerse! Un día, antes de hacerse mala sangre por la situación decidió dar una vuelta por fuera del territorio conocido y encontró unos seres diferentes, mi amiga se refirió a ellos como "entes vivientes" o sea un paso antes de ser una "cosa". Bellos o estilizados no eran pero no dieron señales de alterarse por su presencia, al contrario la invitaron con gestos a sentarse y jugar con ellos.

 

No hablaban mucho y de juegos de manitas pasaron a las caricias hasta que aquello se formó en un gran círculo amoroso tumultuoso. Cayó rendida y al despertarse ahÌ estaba Adán, a su lado, esperando para que volvieran juntos al Paraíso. Ella, de sonrisa radiante me imagino, le pidió para que se quedaran, que se divirtieran y que ya regresarían juntos. Pero a Adán no le gustó la idea de estar entre aquellos entes tumultuosos y regresó solo. Triste y aburrido fue a hablar con su creador. Este se compadeció tanto que le sacó una costilla con la que le creó una otra mujer que, al ser una parte de él mismo, le serÌa mas obediente que la anterior. 

El resto de la historia de Adán la conocemos y sobre Lilith en el "Viejo Testamento"  sólo se la nombra una vez donde dicen que ella se marcha del lugar sin dar aclaraciones ni del cómo ni del por qué.
Es ahí donde se ancló mi fantasía buscando por qué se habrá querido ir de un lugar donde se supone era placentero. QuÈ razones habrá tenido para emigrar? 

Habrá sido la primera emigrante? Sabría hacia dónde iba? Quién pensó en emigrar alguna vez conoce la lista como también ese sentimiento que la luz nos queda a la espalda y que en el futuro camino no hay ni una lamparita.